La dieta BARF lo que trata es de procurar al animal una alimentación lo más próxima posible a la que seguiría si viviera libre y tuviera que procurarse él mismo la alimentación cazando.
Todo propietario de un animal debe cubrir las necesidades nutricionales de su mascota y por ello debe buscar la mejor opción alimentaria que permita a su mascota llevar una dieta sana y equilibrada para que pueda tener un desarrollo físico y emocional completo.
La ANFAAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía) cada vez invierte más en I+D para optimizar al máximo la industria de la comida para animales. Para ello, realizan colaboraciones con veterinarios, nutricionistas y bioquímicos para conocer mejor las necesidades de los animales y así producir alimentos acordes a estás.
La dieta BARF, por el contrario, apuesta por una dieta lo más natural posible. Los perros y gatos son animales carnívoros por lo que según esta dieta deben llevar una alimentación similar a la que llevaría un lobo o un leopardo en su habitat.
Consultado al veterinario, D. Javier García Peiteado afirma que: “la dieta BARF puede ser tan buena como cualquier otra, pero hay que estar seguros de que le estamos dando al animal los nutrientes que necesita. Cuando le damos pienso estos ya están formulados para aportar lo necesario a cada animal, según su peso, raza o edad”.
Es importante que los animales que siguen esta dieta vayan periodicamente al especialista para ver que no tienen ninguna carencia nutricional y para corregir la dieta o ayudarla con complementos de ser necesario.
Sin embargo, otros expertos ven esta dieta como una mala opción ya que dar a tu mascota carne cruda implica que la carne pueda tener bacterias y parásitos. Afirman que con esta dieta a largo plazo se puede apreciar en algunos animales deficiencia de vitaminas y problemas con los niveles de calcio y fósforo.