Los gatos son extremadamente limpios. De hecho ponen en práctica un ritual por el que se acicalan cada vez que se notan sucios o cuando perciben que no están lo suficientemente coquetos. Y es que conviene recordar que los gatos no suelen ser grandes amantes del agua, pese a que hay excepciones.
Cabe destacar que el pelaje del gato es el signo externo del animal que mejor refleja su belleza, pero también su estado de salud. Pese a los mitos, esta parte del cuerpo requiere una serie de cuidados que influyen directamente en su bienestar, por lo que debemos ser demasiado cuidadosos con el aseo de los gatos.
Por eso, cepillar frecuentemente al gato ayuda a eliminar el perro muerto y a mantener su pelaje libre de suciedad y de ácaros, algo especialmente necesario si es alérgico. Además, este cepillado le proporciona gran placer al animal y a la vez actúa como un masaje estimulante para su articulación. Y otra ventaja es que con éste hábito ayudamos a reducir sensiblemente los problemas que ocasiona la formación de las bolas de pelo en su estómago tras acariciarse.
Higiene para gatos
Aparte del cepillado, un baño también es beneficioso para el pelaje del pelaje de tu gato. Y es que si le acostumbras al baño desde que es muy pequeño, tu gato no tiene por qué desarrollar una fobia al agua e incluso puede asociarlo como una experiencia positiva.
Cabe mencionar también que la periodicidad del baño varía en función de cuando se considere necesario por lo aconsejable es hacerlo una vez al menos.
Como bañar a un gato
Lo mejor para bañar a tu gato es hacerlo en la ducha, en el bidé o en un pequeño que no sea muy alto, poniendo además una toalla en el fondo para que el animal pueda agarrarse con las uñas y se sienta más confiado.
A la hora de bañarlo hay que sujetar bien al gato y con la mano que queda libre verter el agua sobre su cuerpo. A continuación, hay que aplicarle una pequeña dosis de champú especial para mascotas, que además suelen ser suaves e incluso pueden tener algún componente antiparasitario.
¿Cómo cuidar el pelo de un gato?
Tras aplicar el champú, se puede empezar a lavar el pelaje del animal, evitando mojarle los ojos y las orejas. Después se le aclara bien y finalmente se le envuelve en una toalla seca que se debe frotar suavemente para que el gato entre en calor. No se recomienda utilizar el secador de pelo, ya que podría quemar su pelaje y, además, su sonido puede resultar estresante para el gato.
Tras el aseo del gato, conviene peinar suavemente su pelaje, aunque lo más normal es que el animal quiera volver a oler a gato y quiera volver a acicalarse, ritual habitual en estos gatos.
Para una correcta higiene para gatos de pelo largo el cepillado es una necesidad a la que hay que acostumbrar desde pequeño. Para ello, comienza con sesiones cortas, como si jugaras, y nunca dejes que le duela, pues no te dejará volver a intentarlo.
¿Alternativas al baño?
Si tu mascota es hidrofóbica, es decir, que tiene miedo al agua, y el baño parece imposible, en el mercado existen espumas y champús en seco que funcionan bien para realizar una higiene completa de tu gato.
¿Cuidado de la piel de un gato?
La belleza del pelaje de un gato, también es un reflejo de su estado de salud. Algo que se debe a una buena nutrición, la cual debe estar compuesta por alimentos ricos en proteínas de calidad, ácidos grasos, Omega 3 y Omega 6, oligoelementos como el zinc, proteínas y minerales.
¿Qué se necesita para la higiene de un gato?
El cepillado semanal es suficiente para el cepillado de los gatos de pelo corto, Antes de cepillarlos, puedes masajear su pelaje a contrapelo con un guante para peinar a fin de eliminar los pelos sueltos y tonificar la piel. Si es posible, usa un cepillo suave y con cerdas de seda natural para evitar dañar el pelaje.
¿Cómo se deben lavar los gatos?
Si el gato no suele salir al exterior, una frecuencia de lavado mensual es suficiente. También es cierto, que si consigues acostumbrar a tu gato al baño desde que es un gatito, el contacto con el agua no necesariamente debe resultar agradable.
¿Qué pasa si no lavo a mi gato?
Ahora bien, bañar al gato con cierta asiduidad o productos inadecuados puede desencadenar enfermedades en la piel, infecciones por hongos o resfriados. Al bañar a un gato eliminarlos su olor, o más concretamente, las feromonas de nuestro peludo.
Productos de higiene para gatos
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